La casa tiene mucho encanto, igual que Atalbeitar, con vistas bonitas y la piscina y el baño turco son originales. El lugar es muy bonito. Si vas a estar por la zona es ideal, pero si no, téngase en cuenta que la carretera de acceso es la típica de montaña y hay movimiento; la gente no siempre respeta los carriles (trayecto de más de media hora hasta salir de la peor parte de la carretera y de una hora hasta llegar a la A-44).
Sin embargo, consideramos que es algo cara para el estado en el que está (y eso que los propietarios fueron muy amables y excepcionalmente nos rebajaron el precio). El mobiliario deja mucho que desear en algunas estancias (en una de las habitaciones te ibas hacia el centro de la cama y en otra las almohadas eran de muy baja calidad y considero el descanso algo vital para unas vacaciones), uno de los fogones de la cocina el más grande no funcionaba (en una casa para grupos tampoco nos parece muy pertinente) y en los salones al golpear los asientos salía polvo (conocemos el campo y no se puede tener una casa en perfecto estado, pero eso era cúmulo de bastante tiempo), además de que las mosquiteras que cubren las camas no estaban en el mejor estado y otros detalles.
Por otra parte, como es lógico en el campo hay insectos, pero algunos de nosotros, además de volver con las picaduras normales de mosquito, volvimos con otras diferentes (tres de los cuatro afectados tuvimos que acudir al médico por la reacción alérgica, confirmándonos que no parecían picaduras de mosquito por la reacción y la distribución). Yo no tuve de estas picaduras en toda la semana hasta la última noche que estuve en uno de los salones en el que no había estado y el picor me ha durado dos semanas.
Con un buen mantenimiento sería un lugar recomendable.