Desde que vimos el anuncio nos pareció una casa encantadora a apenas 6 kilómetros de Burgos, y la experiencia ha superado ampliamente las expectativas.
Nada más llegar, el trato fue impecable, cercano y servicial. Tras entrar por la puerta exterior, ya nos daban ganas de volver (nos sentimos mejor que en nuestra propia casa), incluso antes de haber visto el interior de la casa. Lo primero que vimos fue el jardín, más amplio de lo que parece en el anuncio, funcional y apto para comidas exteriores si el tiempo lo permite (incluye barbacoa). Después de ello vimos el merendero, que dispone de cocina y es perfecta para organizar comidas o sobremesas.
A continuación entramos en la casa por la puerta de la cocina (dispone de otra entrada principal), desde el primer momento se aprecia un nivel de detalle y de calidad en la decoración difícilmente igualables. La cocina dispone de todo lo necesario para poder cocinar y limpiar. Lo siguiente que vimos fue la entrada y el salón. Al entrar de noche, nos quedamos impresionados con la luz interior, con los amplios espacios en cada planta y de nuevo con la calidad y el diseño de vanguardia (entre otros detalles: suelo radiante y algunas de las luces que se encienden con movimiento. La casa parecía a estrenar, de ensueño, todos nos quedamos embelesados.
Al subir a las habitaciones, en la que cada una dispone de su propio baño con una ducha amplia y espaciosa y un secador, seguimos impresionados por el diseño y la calidad de los materiales, también por los detalles que deja el servicio en cada una de ellas.
Podría incluir más detalles, pero considero que es mejor ir y descubrirlo por vosotros mismos y llevarlos sorpresas adicionales.
Sin duda alguna, una experiencia completamente recomendable para un fin de semana en familia o con amigos. Disculpad si me repito, pero junto con la casa, lo mejor de la experiencia fue sin duda el servicio, cercano y amable como ninguno.
El pueblo dispone de un convento a apenas 150 o 200 metros en el que se pueden comprar dulces deliciosos hechos por monjas. También tiene una gasolinera a la entrada en donde se puede comprar entre otras cosas pan o carbón para barbacoa).