La casa por dentro es estupenda. Muy práctica, amplia y luminosa. La zona muy tranquila, por la noche no se oye un ruido, y de día algún coche que pasa por la carretera.
En el exterior no es bonita. La primera vez que la vimos nos decepcionamos un poco, pues los muros son de color cemento y las ventanas parecían pequeñas. Pero una vez dentro, la casa es luminosa y muy agradable. El jardín y el cenador junto a la barbacola también son muy agradables, así como las vistas.
El principal fallo que le hemos visto es que cerca hay una fábrica de abonos y la mitad de los días nos llegó olor a abono cuando estábamos en el cenador o en el jardín.
La conexión a internet se iba cada noche. Reseteando varias veces el router se solucionó.
Está bien situada, pues está en una zona muy tranquila, y hay bares para desayunar más o menos cerca, así como una churrascaría estupenda a 2 Km. Desde allí se puede ir a la playa en 20-25 min y a excursiones a Coimbra y alrededores también en un tiempo razonable.
La zona es fresquita, y se duerme estupendamente.