Nos ha encantado la estancia en la casina del reborion, la casa es de lo más acogedor y tiene todo lo necesario, detalle que nos sorprendió, por parte de Silvia, la propietaria, de dejar cafetera con cápsulas y unos bollos para la llegada, que a nosotros, después de un viaje tan largo, nos vino estupendamente. Silvia una perfecta anfitriona, te explica todo al detalle. Y el lugar es idílico, tranquilo, un placer para los sentidos. Despertarse y ver el amanecer desde el porche, una experiencia digna. Casita con todo lo necesario, rodeado de verde y naturaleza. Ah, y si viajas con mascota, es ideal para ellos, todo vallado y con terreno para su deleite, que corran y jueguen. Totalmente recomendable